INTRODUCCIÓN
Tanto las guías europeas como las americanas de infarto con elevación del ST (IAMcST) recomiendan desde hace ya varios años, la creación de redes para el tratamiento de estos pacientes.
De hecho, hay exitosas iniciativas como Mission Life Line en USA y Stent-Save a Life en Europa que fueron creadas con este objetivo.
Lamentablemente, en Latinoamérica estamos muy lejos de esta realidad. Y es por eso que convocamos a referentes en el manejo de pacientes con IAMcST de varios países de Latinoamérica a que compartan con nosotros cuál es la realidad del tratamiento de estos pacientes en sus países.
El sistema de salud en República Dominicana es público y privado, este último vinculado con un sistema de seguridad social que abarca aproximadamente a solo el 57% de la población trabajadora, consecuencia del alto porcentaje de trabajo informal que no tiene acceso a la seguridad social.
El sistema público cuenta con una red de establecimientos de salud de diversas complejidades en toda la República Dominicana (48.000 km2 de extensión y 10 millones de habitantes).
Este año, el gobierno ha creado el Servicio Nacional de Salud, entidad que está supuesta a crear toda una red de servicio donde integraría todas las instancias del sistema público e involucraría a instituciones del sector privado, más bien mixtas, que cuentan con apoyo financiero del estado o que se manejan como instituciones públicas que se autogestionan, aunque pertenecen al servicio de salud pública. Este escenario puede favorecer la integración de redes de servicios de salud locales, regionales o nacionales. Además, fruto de los tres cursos de manejo del Sindrome Coronario Agudo con Elevación del Segmento ST que organizamos, hemos estado creando puntos de apoyo para impulsar redes regionales que garanticen reducir los tiempos en el manejo de infarto.
En la actualidad no contamos con un Registro Nacional de Infarto, aunque hemos comenzado a trabajar con la Sociedad Dominicana de Cardiología para impulsar su creación, usando una plataforma digital como la que ha usado la Sociedad Argentina de Cardiología.
Tampoco contamos con un programa nacional de tratamiento del infarto. Hemos visualizado el desarrollo de una propuesta nacional de reperfusión efectiva, desde la perspectiva de programas regionales, progresivos e interconectados que hagan posible la reducción el tiempo isquémico total y contribuyan a realizar la mejor estrategia terapéutica posible, ya sea angioplastia primaria o trombolíticos como parte de una estrategia fármaco invasiva.
Esto se aplicaría en las diez regiones en que está dividido el país y nos permitiría diseñar estrategias adaptadas a la realidad de cada una de ellas.
Las principales barreras con las que nos enfrentamos a la hora de crear redes para el tratamiento del infarto son:
La estrategia diseñada es crear redes regionales, por ser más viables y por el impacto que tendrían en la cardiología del país en sentido general, motivando al crecimiento y desarrollo de recursos para el manejo del infarto; tomando en cuenta que, además de los 10 millones de habitantes del país, tenemos un flujo de turistas que anualmente promedian unos 6 millones. Esto último lo estamos resaltando al sistema de salud, ya que la imagen del país se puede ver afectada si tenemos mortalidad cardiovascular, asociada a negligencias del sistema, en nuestros turistas, sobre todo tomando en cuenta que la edad promedio de estos sobrepasa los 45 años. Para mantener estimulada y activa a las redes regionales nos apoyaremos en la logística que ya hemos utilizado con los cursos de infarto realizados en los últimos 3 años.