Conclusión
La degeneración estructural valvular (SVD) constituye el principal factor limitante de la durabilidad de las bioprótesis implantadas mediante TAVI. Hasta el momento, la incidencia de BVF atribuible a SVD u otras causas es baja (menos de 5%) en el seguimiento a mediano plazo (5 a 8 años) y es comparable de manera favorable con la observada en SAVR. Sin embargo, la evidencia sobre durabilidad más allá de los 10 años sigue siendo escasa e insuficiente, debido a que los datos derivados de ensayos clínicos aleatorizados fueron con las primeras generaciones de válvulas transcatéter (THV), las cuales indican que la durabilidad de TAVI podría asemejarse a la de SAVR a los 10 años. No obstante, estas observaciones deben interpretarse con cautela debido al sesgo de supervivencia inherente a dichos estudios. La verdadera durabilidad a largo plazo de TAVI será mejor comprendida tras la publicación de los análisis a 10 años de los estudios PARTNER 3 y Evolut Low Risk.
Aún no está claramente establecido si las distintas configuraciones de válvulas transcatéter, balón-expandibles (BEV) frente a autoexpandibles (SEV), o bien con diseño intra-anular versus supra-anular, ofrecerán resultados equivalentes en términos de durabilidad a largo plazo. En este sentido, ensayos aleatorizados en curso, como SMART y BEST, buscan proporcionar evidencia concluyente sobre esta cuestión.
El perfeccionamiento futuro de la durabilidad de las THV podría alcanzarse mediante diversas estrategias, entre ellas(1):
- (i) El empleo de pericardio porcino genéticamente alterados libre del antígeno alfa-gal, que es el principal antígeno responsable del rechazo inmune de bajo grado a pesar del tratamiento con glutaraldehído y también se estan llevando a cabo investigaciones para descelularizar y, por lo tanto, reducir la antigenicidad del pericardio humano extraído de cadáveres.
- (ii) La generación de válvulas autólogas mediante ingeniería de tejidos.
- (iii) El desarrollo de valvas protésicas recubiertas o fabricadas a partir de polímeros;
- (iv) La implementación de terapias farmacológicas dirigidas a los lípidos, la resistencia a la insulina y la inflamación pueden ayudar a prevenir tanto a la trombosis como la progresión de la SVD post TAVI o SAVR.
- (v) La optimización del diseño de la válvula con más fuerza radial que permitan un despliegue más completo y circular, así como la mejora de la configuración e interacción stent-valva, puede ayudar a reducir el estrés mecánico de la valva y, por lo tanto, mejorar la durabilidad de la válvula
Bibliografía
- 1. Ternacle J, Hecht S, Eltchaninoff H et al. Durability of transcatheter aortic valve implantation. EuroIntervention 2024;20:e845-e864